Iglesia Torre Fuerte, pastora Irene Cruz Treviso
Saltillo, Coahuila
Yo vivía como muchos, sin rumbo en mi vida. Ahora, le comparto el evangelio a quienes tienen conceptos equivocados de como seguir a Cristo. Yo tenía una enseñanza errónea, tristemente desconocía la Palabra de Dios; tenía costumbres vacías, asistía a la iglesia, estaba un rato ahí y muchas veces no ponía atención. Creía que eso era todo lo que tenía que hacer para ser salvo y fuera como fuera mi vida diaria, no había problema, pues Dios es amor y no me enviaría al infierno.
Pero Dios me rodeo de personas con verdadero temor a Su Palabra y me llevó a entender por medio del estudio Bíblico que yo no estaba honrándolo con mi vida. Mi ceguera espiritual, junto con mis malos hábitos y costumbres, lo entristecía cada día.
Doy gracias porque Él me abrió los ojos espirituales y pude darme cuenta de mi condición pecadora; esto me incomodó tanto que pedí perdón a Dios por mis pecados y reconocí a Su hijo Jesucristo como mi único Salvador. Sin Él yo no podría llegar a la presencia del Padre.
Esto es lo que hago ahora, hablo con todas las personas sobre el poder Dios y del evangelio de Jesucristo.
Junto con varios hermanos y hermanas, agradecidos con Dios por Su bendito amor, poder y bendiciones que a diario nos da a nosotros y a nuestras familias, salimos por los parques, vamos a hospitales y cruceros, testificando del Dios verdadero
Somos testigos de cómo el Espíritu Santo va tocando cada corazón y restaurando vidas. Nos da gusto ver a las personas tomando la decisión de reconocer a Jesús y pidiéndole entre a su corazón para tomar el control de sus vidas.
Ser instrumento en las manos de Dios para glorificar Su nombre es algo hermoso. Agradecemos a los hermanos del ministerio de Cruzada Mexicana por la bendición que nos dan a través de la literatura bíblica que podemos regalar a familias. A través de estos tratados, las personas puedan ser confrontados con su esencia pecadora para arrepentirse y entregarse a Él.
José Solís Banda
Una respuesta a «Ser un instrumento en manos de Dios, es algo hermoso»
Nada de lo que hagamos por llevar el Evangelio de Jesucristo a quienes no lo conocen, es en vano. Dios tiene a Su pueblo y llega con la luz de Cristo en el momento adecuado, como es el caso de nuestro hermano José Soto. Dios lo bendiga