Dios ha comenzado la buena obra en la vida de Don Justo

Comunidad Cristiana Nuevo Pacto, pastora Griselda Amanda Pérez Sánchez
Xalapa, Veracruz

Doy gracias a Dios primeramente por las herramientas que nos da para continuar cumpliendo con el mandato que nos dejó nuestro Señor Jesucristo en Marcos 16:15: «y les dijo id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.» Así también, agradecemos a Dios por nuestros hermanos del Ministerio Cruzada Mexicana que durante los últimos dos años nos ha dotado de material desde folletos, discipulados y biblias que nos ayudan para llevar todo el proceso con los nuevos creyentes.

El caso del hermano Justo es muy particular, le conocemos desde hace unos 20 años, es papá de un hermano en Cristo que se convirtió en ese tiempo. Don Justo, así le decíamos, era extremadamente contrario al Evangelio pues todo lo que sonara a predicación o testimonio cristiano era mal visto por él; era capaz de correr de su casa a quien profesaba una fe diferente a la suya. Atacaba constantemente a su hijo, recién convertido y único creyente en su familia, se burlaba y censuraba a quienes escuchaban a algún cristiano y no respetaba si alguien profesaba esa nueva fe.

Desde hace un par de dos años, comenzamos a frecuentarle, pues estaba sumido en profunda tristeza por la muerte de su esposa en el año 2010 aproximadamente. Don Justo estaba lleno de miedo y tristeza constante, incluso temía quedarse solo en casa.

Volvimos a predicarle el evangelio y desde diciembre de 2020 comenzó a decaer su salud, pues es diabético; se le complicó un problema en su pie y tuvo que salir a la ciudad de Texcoco para ser atendido por una hija que lo cuidó hasta recuperarse. Cuando regresó, seguimos predicándole pero aún se mostraba renuente a escuchar el Evangelio.

Su hijo, José de Jesús Soto, se esmeró en hablarle. Dos veces por semana, hacíamos videollamadas, nos conectábamos para estudiar El camino de la felicidad o un estudio bíblico sobre San Juan y José de Jesús procuraba que su papá oyera la bendita Palabra del Señor. Más tarde, la salud del hermano Justo empeoró, y más intensificamos la oración, la enseñanza y las visitas.

Creemos que Dios tocó su corazón, ya que su decisión de bautizarse fue firme y ahora camina con esperanza. En esta semana, tuvieron que amputarle un pie, pero tomó está situación con una confianza plena en Cristo, muy distinto a la actitud que mostró antes.

Cristo ha comenzado la buena obra en Don Justo y sabemos que por Su gracia ha de perseverar y estar de pie delante del Señor.

Estamos muy agradecidos con Cruzada Mexicana por facilitarnos herramientas de apoyo para trabajar en la obra del Señor con mayor facilidad a través de los materiales que nos brindan.

Pastora Griselda Amanda Pérez Sánchez

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