Corazones transformados

Iglesia Shalom, pastor David Isaid Zavala Cabrera
Tijuana, Baja California

Somos un grupo de jóvenes que tenemos la firme convicción de que, hoy, más que nunca, las personas necesitan de conocer a Jesucristo y recibirlo como su Salvador. Dios nos ha permitido reunirnos para compartir Su mensaje de Salvación en diversos puntos de nuestra ciudad, dónde, con la ayuda de los folletos y materiales que Cruzada Mexicana nos ha otorgado hemos podido presentar la Palabra a muchas personas.

Tijuana se caracteriza por ser una ciudad fronteriza por la cual pasan muchas personas migrantes que tienen el deseo de cruzar y cumplir ese tan anhelado sueño americano. Sin embargo, muchos han fracasado a pesar de todos sus intentos, y este fracaso los ha llevado a hundirse en la desesperación, en las drogas y el alcoholismo, y hasta la prostitución.

Dios nos ha permitido compartir Su Palabra con muchas personas, transeúntes e indigentes que viven en las calles de nuestra ciudad.  Hemos tenido la oportunidad de orar por ellos y algunos han podido recibir sanidad.  Hemos sido testigos de corazones agradecidos con Dios y que se han entregado a Jesucristo y ahora se congregan en una Iglesia.

Cierto día, mientras nos encontrábamos compartiendo la Palabra de Dios en un puente peatonal bastante concurrido, se acercó una policía con la intención de desalojarnos de ese lugar, ya que según ella, obstruíamos el paso a las personas.  Una de las jóvenes de nuestro equipo, se acercó a ella y comenzó a compartirle la Palabra de Dios, le habló sobre el gran amor de Dios para todas las personas mientras lo único que pide es un corazón humillado. Las palabras de esta jovencita fueron tan convincentes que en poco tiempo esta policía se encontraba derramando sus lágrimas delante de Dios, la joven la abrazó y comenzó a orar por ella. La mujer policía antes de retirarse nos dijo: “Cuando gusten venir a este puente a predicar vengan con toda confianza yo cuidaré que nadie los quite de aquí”.

Así como ella, Dios tocó también el corazón de un indigente que se encontraba muy cerca de nosotros.  Él empezó a escuchar la Palabra de Dios y uno de los hermanos se acercó para compartirle el mensaje de salvación. Le preguntó si sabía leer y entonces le obsequió el folleto: ¿Has encontrado lo que buscabas? y comenzó a orar por él. Después de la oración, esta persona nos comentó que él ya conocía de Dios, sin embargo, había dejado su hogar para intentar cruzar la frontera y al no poder cruzarla, se sintió fracasado y no quiso regresar a su hogar. Por largo tiempo buscó trabajo, pero el dinero que tenía se le fue acabando, al grado que tuvo que quedarse a dormir en las calles y entonces cayó en el consumo de alcohol y drogas. Él se sentía muy arrepentido de todo lo que había hecho y deseaba poder restaurar su vida, le pidió perdón a Dios y nuevamente oramos por esta persona.  Entonces le hablamos de un centro de refugio para migrantes.  El hermano que estaba con él se comprometió a llevarlo y esperamos en los próximos días poder conseguirle un trabajo para que pueda juntar dinero y regresar con su familia, pero por lo pronto, ahora tiene un corazón restaurado.

Pastor David Isaid Zavala Cabrera