CRUZADA MEXICANA

Iglesia Rios de Agua Viva, pastor José Isidro Becerra Santana
Puerto Vallarta, Jalisco

El ejido Presidentes, o Cartonlandia como comúnmente es conocido esta localidad, es una zona de asentamientos irregulares, la mayoría de sus habitantes son familias que viven en situación deplorable, algunas esclavizadas por las adicciones y el alcoholismo. Muchos de estos hogares fueron improvisados con materiales de cartón y madera. 

Muchas familias que han llegado con la ilusión de mejorar su situación económica, y al ser un tanto elevados los costos de renta en la ciudad, optan por invadir estos predios descuidados.

Han habido circunstancias desagradables, como cuando los predios han sido reclamados por sus dueños originales y las autoridades les brindan el apoyo para recuperar dichas propiedades. Entonces, muchas familias que ya habían creado un pequeño patrimonio familiar, son desplazados perdiendo sus pocos bienes.

Al ver este panorama de angustia y tristeza, como iglesia fuimos movidos para ir y llevar la Palabra de Dios a estas familias, con la finalidad de que puedan entender que solamente a través de Dios es que encontrarán paz y felicidad para sus corazones. Utilizamos los folletos ¿usted es feliz?, Cambio o Fracaso, La familia lo es todo y Victoria en Jesucristo, que el ministerio de Cruzada Mexicana nos envió.  Con ellos pudimos compartir el mensaje de salvación a estas familias.

Pero nuestra labor no terminó ahí. Dado a que la necesidad es grande, estuvimos apoyando a muchas familias para que pudieran encontrar un espacio dónde iniciar de nueva cuenta a construir un patrimonio, pero con la seguridad de que no serán desalojados. Durante este tiempo, muchas familias se acercaron a Jesús y entregaron sus vidas a Él, lo que nos llevó a iniciar pequeños grupos de discipulados y algunos servicios de adoración a Dios.

En la actualidad, muchas de estas familias han sido restauradas con el poder de la Palabra de Dios y están recibiendo enseñanzas bíblicas. 

Reunimos a las familias por grupos, adultos, jóvenes y niños y con la ayuda del curso El Camino de la Felicidad, hemos iniciado los discipulados. Hemos visto cómo, a través de estos cursos y discipulados, la vida de estas familias ha dado un cambio sorprendente. Muchos padres se alejaron del alcoholismo; algunos jóvenes confesaron haber estado involucrado en pandillerismo; otros más eran consumidores de droga, pero Dios ha restaurado sus hogares y los ha dignificado por medio de Su Palabra y Sus promesas.

Creemos fielmente que Dios continuará perfeccionando sus vidas a través de las enseñanzas bíblicas, así como también con la ayuda de los cursos de discipulado. Sabemos que muchas de estas vidas serán grandes testimonios de impactos, para otras personas, quienes también vendrán a los pies de Jesucristo.

Liliana Guadalupe Sánchez