Saltar al contenido

¡Ya recibí a Cristo en mi vida!

Iglesia Presbiteriana Monte de Sión, pastor Fernando Sosa
El Porvenir, Chiapas

Debido a la pandemia, dejamos de realizar reuniones en el templo. A pesar de esa y otras adversidades, nos organizamos para orar en cada hogar de los feligreses para no decaer en la pasión por buscar a Dios. Sin embargo, la evangelización sí se detuvo por un tiempo.  El 15 de marzo del 2022 tuvimos la oportunidad de recibir la capacitación con el Curso Práctico de Evangelismo por medio del ministerio de Cruzada Mexicana.  Esta capacitación fue de mucha bendición para la iglesia ya qué, Él Señor despertó en todos, la pasión para continuar predicando la palabra de Dios por esta región del Estado de Chiapas.

La siguiente hidtoria está llena del poder transformador de nuestro Señor Jesucristo, rescatando lo vil y menospreciado del mundo para avergonzar a los incrédulos y dándoles la oportunidad que se arrepientan de sus pecados y reconozcan a Cristo como su Salvador.

El miércoles 10 de junio del 2022 estábamos predicando la Palabra de Dios por las calles, parques y casas, cuando encontramos a Heriberto en estado de ebriedad. Le hablamos de la Palabra de Dios, y le expresé que Él Señor le ama y que en las circunstancias en que él se encontraba, solamente Cristo podía restaurar su vida. 

Le entregamos el folleto, ¿Se puede salir del alcoholismo? y en el momento que lo recibió nos dijo, “Voy a leerlo.” Una semana después, lo visitamos, y lo encontramos todo diferente, con la ropa limpia, sin estar ingiriendo alcohol. 

La verdad es que nuestro Señor Jesucristo a veces nos sorprende con lo rápido que realiza los milagros. Estábamos viendo el milagroso cambio en la vida de este varón, y entonces le pedí que nos expresara su sentir:

“Soy profesor de educación primaria y por muchos años ejercí mi profesión. Sin embargo, poco a poco, me convertí en un alcohólico empedernido hasta perder completamente el control de mi vida y el trabajo. 

En varias ocasiones, me quedé tirado en las calles, pero mi familia nunca me abandonó, me buscaban y me levantaban para llevarme a casa. Yo sé que le he hecho mucho daño a mi familia. En muchas ocasiones intenté dejar el vicio, pero nunca pude, siempre recaía. 

Después de haber leído el folleto, ¿Se puede salir del alcoholismo? entendí que más que una enfermedad, es pecado. Por eso, nunca podía dejar este vicio por mi propia cuenta. Soy un pecador merecedor de ser castigado. 

Pero ahora sé y creo que Jesucristo es el único que puede darme otra oportunidad de vida para comenzar de nuevo. Dios hizo algo en mi corazón porque llevo más de una semana sin probar una bebida embriagante. 

Le pedí al pastor que orara por mí porque siento tristeza en mi corazón por haber ofendido a Dios. ¡Quiero recibir a Jesucristo en mi vida! El Señor me ha restaurado y sé que pronto mi familia será alcanzada por Cristo también. Los años que el Señor me permita vivir quiero vivirlos para Él.”

Heriberto Roblero González
Antes de conocer a Cristo

Esta es una historia llena de amor y misericordia de Dios. Todos los que conocen al profesor Heriberto nunca imaginaron que lo mirarían nuevamente en estado de sobriedad. Solamente Cristo puede hacer obras maravillosas.  Les rogamos sus oraciones por Heriberto para que pronto sea discipulado y bautizado. Este milagro de Dios ha despertado a la iglesia para continuar predicando la Palabra de Dios con denuedo. Dios bendiga a Cruzada Mexicana por esta noble labor que están realizando en todas las iglesias cristianas de México.

Pastor Fernando Sosa

Cruzada Mexicana Ver todo

Imprimimos literatura Cristiana como folletos, estudios bíblicos y otros más.

¡No busque más! Para obtener mensajes impresos, cuenta con Cruzada Mexicana. Aproveche nuestra amplia gama de títulos enfocados a circunstancias especiales de nuestra gente.

Un comentario sobre "¡Ya recibí a Cristo en mi vida!" Deja un comentario

  1. El testimonio de Heriberto es uno más de los que hemos visto a lo largo de este ministerio. Cuando Cristo entra en el corazón de las personas que lo reciben, no importa su condición, el Señor los transforma de tal manera que son totalmente diferentes no sólo en su espíritu, su comportamiento y su interior, sino también en su aspecto físico. Damos gloria a Dios por la vida de Heriberto.

× ¿Cómo puedo ayudarte?
A %d blogueros les gusta esto: