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Ten Ánimo hay esperanza
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¡Cristo me ha libertado!
Estando en la reunión, me hablaron del amor de Cristo y como vino para sanar a los quebrantados de corazón y liberar a los oprimidos.
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Evangelizamos en las calles y en los microbuses
Hacemos estos esfuerzos tratando de no exponer nuestras vidas a un contagio. Además, sabemos que cuando cumplimos con los requisitos sanitarios, tendiendo presentes los protocolos de cuidado, protección y sanitización mientras llevamos la Palabra de Dios, somos ejemplo para los demás.
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¡Ten Ánimo, Hay Esperanza!
Encontré al señor Juventino solo y muy triste. Me contó que su esposa estaba internada y era lo único que tenía pues sus hijos habían migrado…