Un discipulado para la familia

MIAVAC, pastor Arturo Cruz
Acapulco, Guerrero
En los últimos meses, nuestra iglesia ha estado creciendo, y vimos una gran necesidad de corazones hambrientos por la Palabra de Dios. Por este motivo, comenzamos con un plan de discipulado que se imparte en varios grupos. Mi esposa, mi hijo y yo comenzamos un discipulado básico dónde enseñamos a 2 matrimonios jóvenes, como nosotros.
Cruzada Mexicana proveyó a nuestro pastor el material llamado El camino de la felicidad. Los temas y el formato de este pequeño manual nos han ayudado de una manera muy grata para que tanto el maestro como el discípulo puedan llevar a cabo el aprendizaje de los temas básicos que un cristiano debe conocer.

El estudio fue de gran utilidad para el desarrollo de la enseñanza. Esto ha abierto puertas para que nuestros discípulos se nutran de conocimiento y puedan compartir con más personas lo aprendido con este manual. Siempre estuvieron presentes las risas, los consejos, las lágrimas, y la amistad porque la Palabra de Dios, abre y sana el corazón del hombre y permite que las personas experimenten Su amor.

Y no sólo los adultos fueron bendecidos con este tiempo de reflexión y aprendizaje, también nuestros hijos están creciendo en un ambiente sano y diferente, el cual en el mundo no van a encontrar.
Gracias a Dios por las personas que desarrollan, imprimen, publican y distribuyen estos materiales. Son herramientas que Dios está usando para que Su Palabra se predique y Su Reino se siga expandiendo en los corazones de las personas necesitadas. Estaremos orando por ustedes y no dejaremos de glorificar a nuestro Dios porque TODOS necesitamos conocerle.
Yael Melchor
Categorías
El Camino de la Felicidad, El diario de un misionero, Material Cruzada Mexicana, Material de Discipulado
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Es una gran bendición este testimonio y ver a matrimonios jóvenes buscando que Cristo forme parte de sus familias. Eso es precisamente lo que nuestro México necesita para que nuestros niños y jóvenes crezcan dentro de un ambiente lleno de paz, seguridad y esperanza de un futuro guiado y sostenido por el Señor Jesucristo.