¿Realmente nos ama Dios?

Casa la Vid Verdadera, pastora María Luisa Eloina Salgado Gastelum
Altar, Sonora

Recibimos la invitación por parte de la Caravana de Oración por México para participar en este proyecto de evangelización y oración por nuestra ciudad. Hemos visto como cada día nuestra sociedad se va hundiendo más y más en un ambiente de incertidumbre; mucha gente vive preocupada por la pérdida de sus empleos, otros están desesperados y afectados por el encierro; existen familias desconsoladas por la pérdidas de su seres queridos.

Adicional a esto, cada día llegan más migrantes de México y Centro América con la intención de cruzar a los Estados Unidos y al no poder hacerlo o al ser deportados se establecen aquí.

Por estas situaciones, vimos urgente salir a las calles para llevar el mensaje de esperanza y amor que sólo Dios puede otorgar. A penas tuvimos tres días para prepararnos. Muchos hermanos de la iglesia no tuvieron la oportunidad de acompañarnos por sus trabajos. Gracias a Dios, los jóvenes estuvieron en la mejor disposición de participar; nos desvelamos preparando los folletos y tratados que recibimos de Cruzada Mexicana que íbamos a utilizar en esta cruzada de evangelización.

Los hermanos que no pudieron acompañarnos, facilitaron sus vehículos para poder trasladarnos. Los jóvenes se encargaron de compartir la Palabra de Dios por medio de los folletos.

Victoria Vega y Miguel Espinosa, líderes de los grupos infantiles, nos acompañaron a evangelizar y orar por los niños a quienes les compartíamos la Palabra de Dios.

Fue Dios quien puso los medios para que esta actividad fuera de bendición al llevar un mensaje de esperanza, fe, amor y reconciliación con Dios.

La gente pudo entender que Dios no se ha olvidado de nosotros, si no que es Su deseo que nos acerquemos a Él con un corazón humilde.

“La pastora nos invitó a evangelizar en nuestra ciudad y resultó ser una experiencia muy hermosa, pues tenía mucho tiempo que no salíamos a hacerlo.”

“Mientras compartíamos la Palabra de Dios por las calles, vi a unos niños sentados en una banqueta, al lado de un carro viejo, tapado con una lona. Me acerqué con la intención de compartirles la Palabra de Dios; les pregunté si sabían leer y les di el folleto La Historia más Linda.”

“Les hablé del amor de Dios y comenzaron a llorar; uno de ellos me dijo: ‘Si Dios nos amara, no permitiría que viviéramos en este carro viejo’. Esto conmovió mi corazón e invité a Victoria para que me ayudara a orar por ellos.”

“Platicamos un rato con el apoyo de nuestra pastora y prometimos visitarles nuevamente para llevarles ropa, juguetes y comida.”

Miguel Espinosa

Dios manifestó Su gran Amor y bondad para nuestra ciudad. Pudimos ver como las personas salían de sus hogares en el momento que escuchaban que estábamos orando y se acercaban a orar juntamente con nosotros; otros, nos exponían sus necesidades para que orásemos por ellos.

Por medio de esta actividad, la gente ha podido conocer que Dios busca que nos humillemos ante Su presencia y hablemos con Él. Sabemos que Su Palabra no regresará vacía y que el mensaje que quedó grabado en el corazón de estas personas hará efecto a Su tiempo.