Que ninguno tome en poco tu juventud

Iglesia Vino y Aceite, pastor Daniel Quintero Olivas
Nogales, Sonora

Uno de nuestros mayores retos como iglesia ha sido promover en los jóvenes un despertar al deseo y el amor para compartir el mensaje de salvación.  Esto lo llegamos a entender cuando comenzamos a perder a los jóvenes de nuestra congregación y nos preguntábamos que estaba pasando, ¿Por qué los jóvenes se estaban alejando de los caminos de Dios? Conversé con algunos jóvenes de nuestra congregación y ellos me compartieron que muchas veces no se sienten parte de la iglesia, desean participar de las actividades que realizamos, pero por su edad, muchas veces, los adultos piensan que no pueden servir en la obra de Dios y eso los desanima a seguir asistiendo a la iglesia.

Esto fue algo preocupante para mí, se estaban sintiendo rechazados en su propia iglesia. Esta situación me llevó a pensar sobre cuál sería la mejor forma para involucrar a los jóvenes en las actividades de la iglesia y lo compartí con el liderazgo. El equipo de evangelismo me comentó que podrían ser de ayuda para ellos, pues podrían ayudarles a realizar las pancartas para compartir el mensaje de salvación en los cruceros dónde llegaban a regalar algunos folletos.

Convoqué a los jóvenes para pedir su ayuda y la respuesta fue muy motivadora, todos estuvieron dispuestos a apoyarnos. Además, algunos dispusieron tiempo para acompañarnos a compartir la Palabra de Dios en los cruceros. Su alegría y entusiasmo eran bastante notables, contagiaron con su deseo de servir a muchos hermanos de la congregación, quienes asombrados veían como los jóvenes estaban participando activamente en el evangelismo, algunos compartiendo los folletos en los cruceros, otros más con las pancartas con mensajes bíblicos y de salvación, otros orando por las personas y algunos más compartiendo folletos en los negocios alrededor de dónde nos encontrábamos. 

Al terminar nuestra jornada de evangelismo, los jóvenes quedaron muy entusiasmados y nos preguntaron en que día podrían acompañarnos nuevamente. Todos les dijimos que las veces que quisieran podrían hacerlo. Entonces se despidieron y se fueron muy felices.

Después de algunos días, los jóvenes llegaron a la iglesia con unas cajas de cartón y me dijeron que eran para la siguiente actividad de evangelismo. Me dio un poco de curiosidad y les pregunté de que se trataba. Ellos me dijeron que era gel antibacterial que habían podido conseguir de forma gratuita para dar a las personas. Y fue así como a la semana siguiente -con la ayuda de los jóvenes- salimos nuevamente a compartir el mensaje de salvación, pero esta vez regalando a las personas un folleto de los que Cruzada Mexicana nos envió y un bote de gel antibacterial para sus hogares. 

Gracias a Dios, ahora tenemos esta actividad dos veces por semana con el apoyo de los jóvenes de la iglesia.

Pastor Daniel Quintero