Estaba preocupado por su suegra e hicimos una oración

Iglesia El Rey ya Viene, pastor Noé Benjamín Ledezma López
Cuautitlán Izcalli, Estado de México

Como servidor de Cristo, miro la gran necesidad por compartir el amor de Dios con las personas. Junto con hermanos voluntarios de la congregación, nos disponemos a llevar cenas al Hospital Clínica 72 en Tlalnepantla, Estado de México. Llevamos alrededor de 175 cenas y también compartimos el mensaje del evangelio de Cristo.

La Biblia dice: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;  estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” Así nosotros compartimos el alimento, el abrigo, el cobijo. Llevamos una palabra de esperanza de consuelo y paz a través de los folletos y biblias con los que nos bendice el ministerio de Cruzada Mexicana.

No nos ha detenido nada para hacer esta obra de misericordia y bendición para los familiares de los enfermos en las afueras del hospital. Una noche, estando ahí sirviendo, cayó un tremendo aguacero y mucha gente se tuvo que ir porque estaban a la intemperie y hacía mucho frio. Pero al mismo tiempo, varios se quedaron y les predicamos y gracias a Dios nos escucharon y oramos por varias personas.

Luis es un hombre que se encontraba ahí en la calle, tenía internada a su suegra. Él recibió el folleto La familia lo es todo. Estaba preocupado por su suegra e hicimos una oración por ella, pero no desaprovechamos para orar por él para que recibiera a Cristo. Nunca antes se había acercado a Dios pero a partir de ese momento dijo que se comprometía a buscarlo porque no quería estar así sin esperanza.

Escuchar esa decisión es el tipo de satisfacción que tenemos como iglesia; ver cómo Dios toca corazones y sigue salvando almas.

Doy gracias a Dios por cada uno de los voluntarios y hermanos que cooperaron y también a los que se mojaron mucho y sin embargo trabajaron con fervor y amor por el prójimo llevando ese mensaje de salvación.