CRUZADA MEXICANA

Iglesia Monte Sinaí, pastor Esteban Espinosa
Los Mochis, Sinaloa

A inicios de año, Dios nos permitió concretar un proyecto como iglesia y obtener el terreno para construir un templo, en la colonia Prado Bonito de nuestra ciudad.  Este es un lugar bastante amplio y muy tranquilo. Como congregación nos sentíamos muy felices por este logró, sin embargo, aún no habíamos entendido el plan de Dios para nosotros.

Un día de servicio, el pastor nos comentó que un hermano llegaría a darnos un curso de evangelismo, que nos dispusiéramos, principalmente el equipo de evangelismo, a asistir a esta capacitación porque que nos ayudaría a estar mejor preparados para compartir el mensaje de salvación.

El día de la capacitación llegó y sinceramente pensé que no llegarían muchos, pero al llegar al templo, pude ver un buen número de hermanos.  Todos estábamos a la expectativa sobre lo que nos iban a enseñar en este curso.

El tiempo transcurría y conforme se iba desarrollando la capacitación, Dios comenzó a hablar a mi vida, cada tema que el hermano explicaba y la manera en la que lo hacía disipaba muchas dudas que por mucho tiempo yo había tenido y que por temor no había preguntado.

Dios habló a mi vida de una manera muy especial en el momento en el que el hermano nos hizo la pregunta: «¿Qué has hecho por la gente que está a tu alrededor?» Entonces comprendí el propósito que Dios tenía para nuestra congregación. Él no nos concedió un terreno sólo para estar cómodos; en Su infinita sabiduría nos dio respuesta a las oraciones que muchas veces como iglesia le habíamos pedido, que nos permitiera ser vasos útiles en Su obra. 

Por medio de este curso de Estudio Práctico de Evangelismo lo pude descubrir. He entendido que Dios nos envió a una tierra fértil dónde las personas están carentes de Su amor y con el deseo de conocer a un Dios misericordioso.  Esta es la manera en la que Dios quiere usar mi vida de forma útil.

Agradezco mucho a Dios y a Cruzada Mexicana por traernos esta capacitación, que más allá de un curso, ha sido la respuesta que Dios dio a mis oraciones y sé que ahora debo prepararme para cumplir con la encomienda que Jesús nos dejó en Su Palabra.

Lizet Ruiz