¿Cómo conocerán a Dios, si no les hablamos?

Iglesia Cordero de Dios, pastor Adolfo Pino Cortés
Acapulco, Guerrero

Hace unos días, mientras me encontraba leyendo la Biblia, Dios me llevó hasta el libro de Romanos, capítulo 10. Me hizo sentir una gran necesidad mientras leía los versículos que dicen:

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Al leer esto, comencé a reflexionar y a entender por qué la gente se está perdiendo en el pecado, no tienen a Jesús en su corazón. Comprendí por qué es necesario que salgamos y llevemos el mensaje de salvación a las personas. Esto me motivó para ir a las calles y llevar Su Palabra a las personas.

Entonces recordé que contaba con material de Cruzada Mexicana. Busqué y me llamó mucho la atención el Estudio del Evangelio de Juan y tomé algunas copias para compartir con las personas.

Mientras caminaba por las calles, en dirección a la parada del autobús, que es dónde pretendía ponerme para compartir la Palabra de Dios, pasé por el Seguro Social y pude ver a muchas personas sentadas a la entrada de ese lugar. La mayoría de la gente presentaba un semblante bastante decaído, sin ánimo ni esperanza alguna, a causa de sus familiares internados; se encontraban tristes, desconsoladas y llenas de incertidumbre. Entonces me di cuenta que es aquí dónde los versículos que había leído cobraban efecto. No dudé en acercarme a ellos y compartirles la Palabra de Dios.

Tomando como base bíblica la cita de San Juan 3:16, les compartí a las personas acerca del gran amor de Dios y sobre lo poderoso que es para ayudarnos en medio de nuestras luchas y enfermedades. Así fue como iba despertando el interés de las personas por conocer más de Jesús y les dejaba una copia del evangelio de San Juan para que pudieran leerlo.  Les anoté mi número de teléfono y les expresé mi interés por visitarlos para que juntos estudiáramos estos evangelios en sus hogares.

La respuesta positiva de la mayor parte de las personas me motivó y me hizo ver cuanta necesidad existe en este lugar y como Dios puede llevar la paz y tranquilidad a la vida de las personas por medio de Su palabra. Continuaré llevando el mensaje de salvación de forma constante a este lugar.