Soldado de Dios
Apatzingán, Michoacán
Vivimos en una comunidad cerca de la ciudad de Apatzingán. Aquí, Dios nos ha permitido ministrar Su obra con un pequeño grupo de hermanos en una ranchería.
Somos gente de campo y mucho trabajo. Vemos con tristeza como el crimen organizado que impera en nuestro Estado y comunidades, se ha apropiado no sólo del territorio sino de las vidas de los habitantes de esta comunidad.
Nos ha costado mucho trabajo estar aquí, pero gracias a Dios nos mantenemos firmes y en pie de lucha. Hemos recibido amenazas y también hemos vivido situaciones difíciles, pero no imposibles para Dios, Él nos ha protegido.
Antes veíamos cómo muchos desaparecían y luego eran arrojados a las calles o frente de nuestras casas, lo cual atemorizaba a muchos. Hemos estado orando mucho por nuestra comunidad y vemos con gozo cómo Dios responde a nuestra oración y trabajo evangelístico. Nuestra comunidad ha quedado blindada por Dios y ya no nos pasan a tirar cadáveres como solían hacerlo antes. De hecho, ya no vemos que ocurra. Por eso predicamos y llevamos, hasta el día de hoy, el evangelio.
Hemos estado en comunidades bastante alejadas donde no entran los carros, ni tampoco hay sistema de transporte colectivo, sólo se puede llegar caminando o a caballo. En esos lugares me ha tocado ver cómo Dios manifiesta Su poder alcanzando nuevas almas.
Yo serví en el ejército mexicano y después de que me alcanzó Dios, poco tiempo después me di de baja en el ejército. Ahora le sirvo a Dios como soldado de Cristo y estoy llevando Su palabra a la sierra y montaña alrededor de la comunidad dónde vivo.
Doy gracias a Dios por el curso que nos dieron, me motiva a seguir trabajando en la obra y me capacita más para servirle. Doy gracias a Cruzada Mexicana por el material que recibimos. Dios les siga bendiciendo.
Categorías
Cruzada Mexicana Ver todo
Imprimimos literatura Cristiana como folletos, estudios bíblicos y otros más.
¡No busque más! Para obtener mensajes impresos, cuenta con Cruzada Mexicana. Aproveche nuestra amplia gama de títulos enfocados a circunstancias especiales de nuestra gente.
¡Qué bendición que de soldado de un ejército humano, hoy este hermano sirve al Ejército celestial, donde su General es nada menos que el Señor Jesucristo! ¡Adelante y que Dios lo bendiga!