Salimos como familia a compartir

Iglesia Puerta del Cielo, pastor Miguel Pineda Guevara
Bahía de Banderas, Nayarit

Hemos sido una familia muy bendecida.  Desde pequeños, nuestros padres nos enseñaron a mis hermanos Betsabé, Jeremías y a mí el amor hacia nuestro prójimo, siempre apoyando a quienes nos necesitan, cuando está en nuestras posibilidades. No somos una familia que goza de lujos y grandezas, sin embargo, Dios ha tenido cuidado de nosotros hasta el día de hoy y nunca nos ha faltado nada.

En días pasados decidimos junto con mis hermanos ayudar a mamá a organizar la casa y sacar todo aquello que ya no utilizamos y que estuviera ocupando espacio de manera innecesaria en el hogar. De todo esto, logramos juntar 2 rejas de juguetes en buen estado. Mi padre nos alentó a compartir estos juguetes con los niños de escasos recursos de algunas colonias vecinas, donde la mayoría de estos hogares, a causa del desempleo y la ignorancia, se han refugiado en el alcoholismo, trayendo consigo violencia e infidelidad.

Fue así como lo hicimos, subimos las dos cajas llenas de juguetes en un triciclo y nos fuimos por las calles de estas colonias, mi mamá, mis hermanos y yo.  Los niños se acercaban, tomaban el juguete que más les era de su agrado y al mismo tiempo les compartíamos un folleto de los que Cruzada Mexicana nos había enviado. Estos eran del agrado de los niños pues son bastante coloridos y en forma de una historieta. Mientras platicábamos y les compartíamos el mensaje de salvación a los niños, mi madre aprovechaba para compartir la Palabra de Dios con los padres de los niños, quienes los cuidaban desde la puerta de sus hogares.

Al ver el alboroto de los niños, algunas personas se acercaban para ver que sucedía y ahí es donde aprovechábamos para compartirles el mensaje de salvación. A pesar de ser la primera vez que hacíamos esta actividad con mi familia, fue de mucha bendición. Era agradable ver la sonrisa de los niños con sus juguetes, aun cuando no eran nuevos, además ver el interés con el que se sentaban a leer sus folletos. Asimismo, algunas personas pedían a mi madre que les compartiera más de la Palabra de Dios. Todo esto nos hizo comprender la gran necesidad que hay en las personas por conocer a Jesús.

Estaremos buscando con hermanos de la congregación apoyo con juguetes y ropa en buen estado para regresar a estas colonias y seguir compartiendo el mensaje de salvación juntamente con los folletos de Cruzada Mexicana, los cuales han sido de mucha ayuda en esta labor y de gran bendición para el corazón de los lectores.

Saraí Rentería Anaya