Nuestra visión: Atender y discipular a estos jóvenes

Iglesia Príncipe de Paz, pastor Arquímides Espíritu Reséndiz
Lázaro Cárdenas, Michoacán

Dios ha dado al hombre una vida para vivirla en plenitud. Sin embargo el enemigo, para atrapar y encadenar a las almas, utiliza el uso del alcohol y las drogas para destruir la vida, hundiendo a la persona cada vez más, denigrando su ser. Primero, porque lo hace vivir miserablemente, atormentado y esclavizado para luego terminar con la destrucción de todo lo que lo rodea, su familia, su trabajo, hasta llevarlo a la muerte.

Los niños y jóvenes resultan ser los más susceptibles a este flagelo de maldad. En las grandes ciudades, la venta y consumo de drogas, termina siendo un problema de salud social. Según las cifras que se reportan, el negocio de las drogas ha ido en aumento debido a que la demanda es mayor, y muchos niños entre los 10 y 12 años, son persuadidos a consumir estupefacientes.

La ciudad de Lázaro Cárdenas, Michoacán, cómo muchas otras ciudades de México, se enfrenta a esta problemática social. Es como un cáncer que parece seguir contaminando y avanzando aceleradamente entre la población. Debido a su estatus y posición portuaria, Lázaro Cárdenas, Michoacán es uno de los puertos industriales que tiene mayor calado en el país y, por tanto, existe un ir y venir de personas de todo el mundo. Esto propicia que sea fácil conseguir cualquier tipo de drogas, pues la demanda existe entre esta población fluctuante. Las autoridades se ven rebasadas en la prevención y control de las drogas y son los cárteles o crimen organizado quienes tienen el control de todo ello.

Lo ideal es que niños, jóvenes y familias completas, conozcan a Dios.  Es necesario llevar Su Palabra; llevar el evangelio, casa por casa. Pero aún esto resulta insuficiente o tristemente infructuoso, ante la inmensidad del problema ya que, no todos quieren oír o recibir la Palabra de Dios en sus hogares.

Esta es la razón por la cual, estamos trabajando en los Centros o Clínicas de Recuperación para Adictos a las Drogas y al alcoholismo, conocidos como Anexos. Estos son los lugares dónde están los individuos que ya tocaron fondo, y están desesperados y necesitan saber que Dios los ama, aunque su vida en este momento sea un desastre. Entendemos que, aunque todo empieza en el hogar, aquí en los anexos, encontramos que hay mucha más necesidad y deseo por salir del mal en que se encuentra cada individuo.

Es un reto para la iglesia enfocarse y llevar palabras de esperanza y vida a estas almas, las cuales se encuentran recluidas por el vicio de la droga y el alcohol. La Iglesia Príncipe de Paz, asumiendo su rol y compromiso, se alista para llevar a cabo un proyecto de ayuda evangelística que permita a estos jóvenes conocer más a Cristo. La visión y el proyecto que Dios ha puesto en el Pastor Arquímedes y su esposa Laura Parra y la hermana Eva Nayeli Aguirre, es la de discipular y atender a través de la Palabra de Dios a estos jóvenes, para que sean restaurados y sanados por completo por el Señor Jesucristo, y así, sean incorporados para llevar una mejor vida familiar y social, pero ya fortalecidos en Cristo.

Después de haberles predicado la Palabra de Dios, tres de estos jóvenes decidieron ponerse en las manos del Señor Jesús, reconociendo que aunque reciben terapias médicas y sus respectivos medicamentos, saben que no es suficiente pues en su interior oyen voces que les siguen exigiendo el consumo de drogas y de la cuales quieren y desean ser liberados.

Oramos por ellos y esperamos en el Señor sean pronto restaurados. Esta clínica no pertenece a ninguna asociación religiosa y las condiciones, tanto del lugar, así como la alimentación y tratos que reciben, parecen no ser las ideales. Aunque hay buenas intenciones para ayudar a estos jóvenes, no se cuenta con todos los recursos profesionales, económicos y de asistencia que se requieren.

Eva Nayeli Aguirre