He comprendido que Dios no es una religión

Iglesia Discípulos de Dios, pastor Julio César Cortez Araujo
Huamuxtitlán, Guerrero

Tuvimos la bendición de conocer al hermano Cesar Araujo, quien nos compartió acerca de las bendiciones que Dios ha dado a su vida en el área de evangelización. Nos contó acerca de Cruzada Mexicana, un ministerio que llegó a reforzar su labor en el campo misionero. Conocer los testimonios de las vidas que han sido alcanzadas con el mensaje de salvación de Jesucristo, nos llenó de mucho entusiasmo.

El pastor Araujo nos compartió material que había recibido por parte de Cruzada Mexicana, para que en nuestra congregación comencemos a compartir la Palabra de Dios. También nos regaló algunos nuevos testamentos para complementar el proceso de evangelización con las almas que decidan acercarse a Jesucristo como su Salvador.

Nos dio mucha alegría recibir este material. En nuestra comunidad existe mucha idolatría. El enemigo ha esclavizado sus corazones, haciéndoles ver el pecado como algo común en sus vidas, cegándolos con vanas costumbres religiosas y generacionales.

Hemos aprovechado cada oportunidad que tenemos para llevar la Palabra de Dios a través de folletos que compartimos por las calles de nuestra comunidad, así como en los hogares. En algunas ocasiones, cuando no responden a nuestro llamado, dejamos un folleto en la puerta, o en los parabrisas de los automóviles. 

Unas semanas atrás, nos gozamos mucho al recibir una visita en la iglesia de una persona de nombre Diana quien nos contó lo siguiente:

“Un día, mientras hacía fila de espera para mi vacuna del COVID, alguien se acercó a mí, me saludó y comenzó a platicarme un poco de su vida. Me sentí muy identificada con su historia y, antes de irse, me regaló un librito que decía: Como conocer a Dios, además me regaló un Nuevo Testamento.”

“Aprovechando que estaba en la fila de espera y para no aburrirme, comencé a leer el librito y al terminar leí algunas páginas del Nuevo Testamento. Nunca me había dado la oportunidad de leer la Biblia y mucho menos conocer más de la vida de Jesús. Siempre crecí con las historias que mis abuelos nos decían sobre la religión. Pero ahora, he comprendido que Dios no es religión, es una necesidad en nuestras vidas, y por eso sentí la necesidad de buscar una iglesia dónde me pudieran enseñar más acerca de Él.”

Diana

Historias como estás, son las que nos impulsan a seguir adelante y nos motivan a salir a compartir la Palabra con más devoción y entereza para traer esas almas sedientas al Reino.

Natanael Gil