El cambio que buscaba, lo encontré: Jesucristo

Hace 15 años llegué a esta ciudad cansado de una vida de alcoholismo y miseria. Llegué buscando una mejor vida, sin embargo en lugar de mejorar, empeoró todo. Hace dos años comencé a padecer una enfermedad que ha hecho que parte de mi cuerpo se deforme.
Aproximadamente hace 6 meses los hermanos de la iglesia Aposento Alto visitaron mi hogar, me hablaron del amor de Dios y de la salvación que Él da; me compartieron unos folletos y cuando los leía comencé a sentir algo diferente, como si un vacío empezara a llenarse. Días después comencé a asistir a la iglesia y aquí sigo congregándome.
Puedo decir que desde ese día mi vida comenzó a cambiar y tengo fe que Dios me sanará, hoy soy una persona feliz, ese cambio por el cual salí de mi hogar al fin lo encontré, se llama Jesucristo.
Inocente Roma