Victoria en Jesucristo

Iglesia Vida Nueva, pastora Laura Angélica Cervantes Hernández
Chihuahua, Chihuahua

Compartir la Palabra de Dios en estos tiempos es bastante satisfactorio, porque a causa de la pandemia las personas se han vuelto más susceptibles al mensaje de salvación, y como cristianos debemos de ser más empáticos con las necesidades de las personas.  Muchas veces podemos ver a una persona muy sonriente, sin embargo, no sabemos lo que carga en su corazón y es ahí dónde Dios quiere obrar.

La mayor parte de las veces nos enfocamos a compartir la Palabra de Dios con las personas adultas, haciendo menos, como si no fueran tan importantes a los jóvenes. Tenemos que percatarnos que el enemigo está poniendo en las mentes de estos jóvenes, pensamientos de pecado, haciéndoles pensar que eso no es malo, que no dañan a nadie con tener prácticas pecaminosas.  Lo triste de todo esto, es que muchos de estos actos terminan en muerte.

Por ello, y como padre de hijos adolescentes, llegó a nuestro corazón la inquietud y el deseo de compartir la Palabra de Dios específicamente a jóvenes, apoyados con el folleto Victoria, que Cruzada Mexicana nos envió.  

Pudimos compartir el mensaje de salvación con muchos jóvenes y también con algunas personas adultas, pues el folleto es bastante atractivo a la vista y al ver su contenido muchas de estas personas se detenían y buscaban un lugar dónde sentarse a leerlo.

Tuve la oportunidad de conversar con Rodrigo, un joven que se encontraba en un puesto de fundas para celulares en un tianguis.  La primera ocasión que lo vi, sólo le entregué el folleto que muy amablemente recibió y cruzamos algunas palabras. Dos semanas después volví a encontrarlo, esta vez fue él quien se acercó a mí y me pidió que conversáramos un poco.  Me contó de algunas situaciones que estaba pasando en su casa con su familia, y como en muchas ocasiones había intentado irse de casa e incluso refugiarse en el alcohol y las drogas, pero después de haber leído el folleto, sintió una pesadez en su corazón y pudo entender que solamente en Jesucristo está esa victoria que su vida necesitaba para salir adelante. 

Mi esposa y yo oramos por él y después me pidió si tenía algunos folletos más de Victoria que le pudiera obsequiar para compartirlo con sus amigos, para que ellos también pudieran conocer de las maravillas de Jesucristo.

Continuamos visitando a Rodrigo quien está por incorporarse a un grupo de estudio bíblico los sábados.  Ahora él está orando mucho a Dios para que su familia también sea alcanzada.

Ray Lozano