Mi corazón se llenó de alegría
Iglesia Lirio de los Valles, pastor Noé Rodríguez Gómez
Teapa, Tabasco
Hace unos meses, me encontraba como todos los días por las mañanas en casa haciendo los oficios del hogar. Entonces me percaté que en el patio de mi casa se encontraba un muñeco de trapo el cual llamó mucho mi atención pues era muy raro. Al momento de levantarlo me espanté, tenía prendas de color rojo y estaba muy feo.
Al momento no entendía el por qué se encontraba ese muñeco en mi patio. En ese momento se acercaron mi esposo y mi hijo muy sorprendidos. Lo único que se me ocurrió fue tomar el muñeco y prenderle fuego. Al tener en mis manos el muñeco, sentí un pesar en mi cuerpo al cual no le tomé importancia. Después de unas semanas, me iba sintiendo un poco mal de salud, tenía mucho dolor de cabeza y cuerpo. Acudí a un médico para ver que es lo que me estaba pasando y el me comentó que era mucho estrés.
Al pasar unos días, no sentía ninguna mejoría por lo cual volví a acudir a los médicos. Esta vez mi situación era más complicada, tenía vómitos. El médico me mandó a sacar unos estudios y cual fue la sorpresa que no encontraron nada. Regrese a casa un poco triste, allí estaban unos familiares y me preguntaron que me habían dicho lo médicos a lo cual respondí que no habían encontrado ninguna enfermedad.
Ellos me comentaron que conocían a una mujer que era hechicera y que ella podía decirme que es lo que realmente tenía. En mi desesperación acudí a ella y , la hechicera me dijo que estaban “trabajando” conmigo, es decir, me estaban haciendo brujería. En ese momento me sentía triste.
Regresé a casa y no sentía mejoría. Un día por la mañana, pasaron unas personas a casa y me regalaron un folleto, mi corazón se llenó de alegría al saber que habían personas que predican y llevan una palabra de aliento a quienes estaban necesitadas por conocer a Dios. Les comenté mi situación y ellos me presentaron a un hombre el cual se llama Jesucristo, quien se llevó todas nuestras dolencias y cargas. Mi familia y yo aceptamos a Dios en nuestros corazones y desde ese momento me sentí una gran paz en mi corazón creyendo que todo está en Sus manos. Así como dice Su Palabra: “Venid a mi, todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar.” San Mateo 11:28
Susana Zacarías Ramos
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Debemos conocer la Palabra de Dios y usarla como arma en contra del enemigo. Entre otros textos bíblicos, leemos en Lucas 10:19 leemos: “Mirad, os he dado autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño”.
Cuando Cristo es nuestro Salvador y Amigo personal, Él nos defiende de cualquier ataque satánico. A los hijos de Dios, que estamos tomados de Su mano,, estos “trabajos” no nos afectan porque Él es nuestro escudo.