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Sembradores de la Palabra

Stephany Urgel, Ciudad Juárez Chihuahua

Hace tiempo visitamos la cárcel, compartimos la Palabra de Dios con algunos internos pero nos sentimos desanimados por la respuesta de la mayoría. Sin embargo, Dios había tocado el corazón de una persona y por amor a esa alma seguimos visitando la cárcel.

Al inicio de la cuarentena por el COVID-19 ya no pudimos acudir a la cárcel, pero hace un par de meses llegó a nuestra iglesia un matrimonio y él nos comentó que tenía poco de haber salido de la cárcel, que ahí había conocido de Dios por medio de otro interno que le regaló el folleto La familia lo es todo. Este lo motivó a cambiar por completo su manera de ver la vida.

Además, según nos dijo, hay otros cuatro internos, que están cercanos a salir y le han pedido que los visite para que los lleve a la iglesia junto con sus familias.

Ahora entiendo cuan hermosa es la obra de Dios y como el Señor lo único que nos pedía es que fuéramos a sembrar su palabra, lo demás es trabajo de Él.

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