Sed por conocer más de Dios

Iglesia Puerta del Cielo, pastor Carlos Sánchez Morales
Othón P. Blanco, Quintana Roo

No contábamos con Biblias, y preguntando con los pastores donde podría conseguir algunas, el pastor Policarpo Acosta me recomendó que contactara a Cruzada Mexicana. Doy gracias a Dios porque recibí el apoyo de este ministerio.

A pesar de las adversidades que hemos pasado como iglesia por la pandemia y las inundaciones que hemos sufrido, con las constantes lluvias, hemos logrado aprovechar la apertura de las personas para escuchar el Evangelio. Por ese motivo, con la ayuda de los hermanos de la congregación decidimos salir a evangelizar y como resultado y gracias a Dios se han alcanzado nuevas almas para Cristo.

«Me encontraba en casa realizando mis quehaceres; por momentos me quedaba pensativa con mi escoba en la mano, llorando. Dentro de mi tenía un pesar muy grande porque mi hijo Ernesto es alcohólico. Él estaba en un centro de rehabilitación pero se escapó y vino a amenazarme que si volvía a encerrarlo me mataría. Lo que decía, estaba incoherente, muy agresivo y tenía una navaja en la mano.»
«Doy gracias por los vecinos que me ayudaron a tiempo y no me pasó nada. Sentía temor de que mi hijo volviera más tarde para intentar agredirme.»
«En esto pensaba cuando tocaron a mi puerta. No quería abrir por temor de que fuera Ernesto que había regresado. Pero entonces escuché una voz que decía ¡Dios le bendiga! y luego repetía con más fuerza ¡Dios le bendiga!»
«Entonces, temerosa, me acerqué a la puerta y la abrí. Estaba frente a mí, el pastor Carlos que me dijo, ‘Dios le bendiga, quiero decirle que Cristo le ama y que el día de hoy Él puede obrar en su vida.’»
«Sentí un gran alivio de poder explicarle a alguien todos mis problemas. El pastor me dijo: ‘Confía en Dios, porque Él es el único que puede ayudarte. Primero tienes que aceptar a Cristo como tu Salvador personal.’ En ese momento, tomé la decisión de que Jesús entrara a morar en mi corazón.»
«El pastor me enseñó como en oración podía entregar a Jesús todas mis cargas. Sentí paz en mi alma y sé que Ernesto algún día vendrá a los pies de Cristo.»
«En el transcurso de los días sentía que algo me quemaba por dentro, quería saber más de Dios. El pastor llegó a mi casa por segunda ocasión y me entregó una Biblia hermosa. Me conmovió el corazón porque sé que ahí encontraré palabras de vida y esperanza.»
«Estoy sedienta de conocer más a Dios y me siento cansada de tanto luchar, sin embargo, hoy siento el gozo de esa salvación tan grande que solamente en Dios puedo encontrar.»
Ester García

CRUZADA MEXICANA