Mamá dijo que pronto platicará con Dios junto a mi

Iglesia Ríos de Agua Viva, pastora Martha Guadalupe Goycolea Escalante
Navojoa, Sonora

Debido a la cuarentena, no podemos salir a las calles a predicar la Palabra de Dios como antes, por lo que, nos hemos planteado nuevas formas de trabajar y una de ellas es ganar las almas de los que se encuentran en los alrededores de nuestro templo, especialmente los niños. Muchos de ellos están desatendidos por sus padres, algunos están todo el día vagando por las calles sin supervisión. Además, se escucha de muchos casos en que se les ha encontrado sin vida, desaparecidos o secuestrados.

Gracias a Dios, hemos tenido buena respuesta de los niños, no dejan de asistir, aunque algunas veces es difícil ya que no podemos tener reunidos a todos por las restricciones sanitarias. Por esta razón, abrimos diferentes grupos los sábados en horarios diferidos. Los niños llegan con mucho entusiasmo y en algunos casos traen invitados con ellos. Les compartimos los folletos que Cruzada Mexicana nos ha proporcionado, de esta manera, están aprendiendo a orar y compartir el mensaje de salvación con otros niños y familiares. Nos motiva mucho ver que todo este trabajo está dando frutos en los hogares.

“Un sábado por la tarde, mientras estaba en casa con mi mamá, le pregunté si quería que leyéramos juntos el folleto que me habían regalado en la clase bíblica. Me senté a su lado y empezamos a leer. Al terminar, vi que mi madre tenía una sonrisa en su rostro. Le pregunté por qué sonreía y me contestó que desde el día que empecé a asistir a las clases había notado un cambio en mi, ya no era grosero con ella, me concentraba más en la escuela y que en varias ocasiones me había visto platicando con Dios pidiendo por ella.”

“Me dijo que muy pronto va a platicar con Dios junto conmigo.”

Saúl Grajales

La pequeña Saraí Barbosa nos ha compartido que en su casa, sus padres pelean mucho; mira a su mamá llorar en ocasiones. Ahora que ha aprendido a orar, todos los días pide a Dios que cambie la actitud de su papá para que no peleen más y puedan ser una familia feliz.

Le regalamos la Carta de Amor Paternal para que se lo diera a su mamá. Al siguiente sábado, la señora Leticia, acompañó a su hija a la clase y aprovechamos para platicar con ella y compartirle el mensaje de salvación. Tenemos confianza en Dios, que tocará su corazón y nos seguirá acompañando.