CRUZADA MEXICANA

Iglesia Bethel, pastor Noé Valenzuela
Guaymas, Sonora

Dios me permitió asumir el cargo de líder de evangelismo en nuestra congregación, y fue una gran bendición para mí el tomar este cargo, pues siento el llamado por parte de Dios de trabajar en esta área de Su Reino. Me siento honrado honra con este llamado y lleno de mucho gozo.

Comenzamos a trabajar con mucho gozo e ímpetu de la forma que por mucho habíamos evangelizado. Todo marchaba muy bien, sin embargo, al asumir el cargo contábamos con poco material y al paso del tiempo, estos se fueron agotando.  Además, sentía que estábamos estancados como departamento, veía el constante trabajo que realizábamos, mas no lográbamos ver resultados.

En cierto momento, llegó la frustración y trataba de encontrar por qué estábamos en esta situación de apatía y conformismo. Me puse en oración a Dios, pidiéndole que guiara mis pasos para que Él me ayudara a entender lo que tenía que hacer o en dónde estaba mi error por lo cual me sentía de esta manera.

Los días transcurrían y sentía cómo cada vez más, nos estancábamos. Una tarde que me sentía bastante derrotado por toda esta situación, comencé a buscar la solución en algunos libros y entre las páginas de un libro me encontré con un tríptico que decía Como desarrollar tu proyecto de evangelismo local.  Comencé a leerlo y mientras más lo leía, mi corazón comenzaba a acelerarse, mi espíritu se comenzó a regocijar y pude entender cuál era la respuesta por parte de Dios.  Con mucha determinación, comencé a estudiar este folleto, lo leí una y otra vez, hasta poder comprender cada uno de los puntos de su contenido.

Esa tarde llegué a entender por qué por mucho tiempo no veíamos los resultados que deseábamos.  Entendí y aprendí lo que se necesita para desarrollar un buen proyecto de evangelismo y sobre todo, comencé a ponerlo en práctica. Esa tarde estuve sentado, elaborando un buen proyecto de evangelismo con la ayuda de ese folleto. Estudié el contenido de los materiales que aún teníamos para saber la mejor manera de utilizarlos.

Junto con otros hermanos, comenzamos a poner por obra lo aprendido y fue maravilloso ver cómo Dios escuchó nuestras oraciones y comenzamos a gozarnos con los resultados obtenidos. Fue entonces que comprendí que mi deber es preparar a mi equipo de trabajo para que pueda transmitir este deseo por el evangelismo a la congregación, además dotarlos de los materiales adecuados y suficientes para el cumplimiento de la Gran Comisión.

Traté de recordar quién me había regalado ese hermoso folleto, pero fue en vano.  Sin embargo, encontré unos números de contacto y llamé para conocer más del ministerio de Cruzada Mexicana. Ahora mi deseo es llevar de manera correcta un plan de evangelismo que nos ayude a alcanzar los objetivos deseados. Los hermanos de Cruzada fueron muy amables en brindarme la información deseada, me aclararon muchas dudas y ahora estamos en proceso de obtener nuevo material para llevar a la práctica todo lo establecido en nuestro proyecto planeado.

Juan Francisco Ávila Miranda